Serie de fotografías del artista cubano Juan Pablo Estrada.

El testigo
Como Blas oía hablar una y otra vez de las tantas catástrofes que
acontecían allá afuera, lo dejó todo un día y se sentó ante la calle
como frente a un río imprevisible, esperando el suceso que habría
de contar luego a los demás.
Pero durante meses no pasaba nada, y entonces se fue casa por casa
diciendo que lo único que ocurría era “el acontecimiento cero”.
Y, mientras iba dando a cada uno de sus vecinos y parientes la grave
noticia, en la calle sucedían crímenes, desastres, accidentes y tragedias
de todo tipo.
Sin embargo, en cuanto Blas salía de nuevo, la calle se aquietaba de
manera que parecían falsas las terribles historias que atravesaban la
ciudad en todas direcciones.
Ernesto Santana





