Amada

Amada

En el año 1983 se estrenó en La Habana la película Amada, dirigida por Humberto Solás en codirección, no reconocida en su momento,  con el editor y guionista cinematográfico Nelson Rodriguez.

Después del cisma causado en el ambiente cultural y político de La Habana por la polémica obra Cecilia (1981) del mismo Solás,  Nelson,  su fiel colaborador y amigo,  concibe una historia de época a partir de la novela La Esfinge del escritor cubano Miguel de Carrión. El guión de Amada fue  pensado como una obra de estudio, inspirado en las películas de los años 40 del Hollywood clásico,  el de los grandes melodramas y en especial en La Carta (1941) de William Wyler,  protagonizado por Bette Davis. Los realizadores se propusieron demostrar con el nuevo proyecto que el equipo era capaz de realizar una película de buena factura en tiempo industrial. El ambiente íntimo de la obra se prestaba para llevar a cabo el reto.

A la representación de los personajes de Amada fueron convocados los reconocidos actores Eslinda Núñez,  Cesar Évora y Silvia Planas entre otros destacados intérpretes y se seleccionó como locación principal de la historia a desarrollar una bellísima casa ubicada en la otrora aristocrática Calle Línea,  en El Vedado Habanero,  que para la fecha conservaba milagrosamente intactos en el tiempo todos sus atributos estructurales y valores muebles y decorativos de la época en cuestión. Condición esta indispensable para lograr con un presupuesto muy ajustado los propósitos de los realizadores.  La historia a narrar se desarrolla alrededor del año 1914 y la casa y su ambiente funcionaría  como reflejo del país y el de una determinada clase social.   

Casa de Nicolás Alfonso, 1888.

Esta residencia ubicada en la calle Línea, en el actual número 508, fue una de las primeras construidas en el barrio de El Vedado. Es una casa de una planta, techos planos y un anchuroso portal al frente delimitado por una sobria y elegante arcada. No posee patio interior,  muy frecuentes estos en las construcciones coloniales,  el cual es suplido en este caso por jardines perimetrales a ambos lados de la parcela y por un gran lucernario central que recorre a lo largo todo un amplio espacio central techado. Al fondo se encuentran la cochera y otras habitaciones de servicio. En su fachada a la calle se destacan el cercado compuesto por pilastras de sección cuadrada rematadas por piñas y un alto pórtico en forma de arco.

Hasta fecha muy reciente la propiedad se conservó en manos de herederos directos de sus propietarios originales. Su última heredera apenas sobrevivió unos días a la firma del documento de venta del inmueble luego de largos años de infructuosos intentos por venderla.

Actualmente sus nuevos propietarios someten la edificación a un proceso de restauración capital para hacerla funcionar como galería de arte contemporáneo. 

La película Amada devino obra maestra del cine cubano. 

La casa de la Calle Línea 508 es llamada en la actualidad La Casa de Amada pero es probable que no sobreviva como tal al nuevo proceso de transformación al que se somete. El testimonio fotográfico que nos legaron los realizadores de la película homónima adquiere en la actualidad un valor documental extraordinario.

El editor Nelson Dominguez con la última propietaria perteneciente a la familia original