ἐντροπία (ENTROPÍA)

ἐντροπία (ENTROPÍA)

Como parte de nuestro proyecto, presentamos este cuaderno narrativo-visual de Amilkar Feria Flores, titulado Entropía. Esta componenda es un intento por transferir, a un día en la vida de su protagonista, los niveles de desorden e irreversibilidad que experimentan los sistemas físicos con elevada Entropía (magnitud que mide parámetros de estado entre dos momentos de un mismo fenómeno). La continuidad del hilo narrativo es acompañada de un patrón visual, del que se puede inferir su potencial ilustrativo, tanto como su concepción expositiva, toda vez que los pliegos sueltos pueden ser montados como obra visual.  


1:00-3:00am. Parece tarea fácil escribir una síntesis sobre la cosmogonía de los huicholes en dos horas. Me froto las manos. Las ideas empiezan a descongelarse. Un café humeante tonificará el proceso. Entretanto, la pantalla de la computadora espera como una amante hambrienta.

3:00-5:00am. Las palabras se me cruzan como si estuviera embriagado con peyote. Es obvio que no terminaré a tiempo. Necesito dormir, aunque sea un par de horas. Doy vueltas, enciendo un tabaco. Las ideas continúan derritiéndose como un permafrost. La cama parece un cactus.

5:00-7:00am. La alarma del despertador se activa cuando todavía están goteando los conceptos. “¡Puta que te parió! ¿Qué hora es? ¿Llevo dos horas de divagación mental?” Otra vez café, un poco de leche vieja, y una hogaza de pan quemada como a un hereje en la mugre del sartén.

7:00-9:00am. El transporte público da náuseas. He hecho trasbordo desde tres líneas de ómnibus para llegar temprano, y aun así no lo he conseguido. Los estudiantes juegan béisbol en el terreno. Las muchachas hacen de porristas. Los empujo adentro como a reces descarriadas.

9:00-11:00am. A pesar de haber trasnochado, el cuerpo mantiene su dignidad, la mente sobrevive. Dos turnos de clases son suficientes para despertar mi instinto evasivo. Pero, fatalidad, a la una de la tarde han programado reunión de Departamento. Debo cargar las baterías.

11:00am-1:00pm. El almuerzo es una mierda abominable. Un reo habría recibido mejor alimentación. Añoro mi desayuno. En la sobremesa, a Jenny le gusta hablar conmigo de arte aborigen latinoamericano. Increíble, tratar de temas tan elevados con aserrín en el estómago.

1:00-3:00pm. La reunión es densa, solo da para repensar las sinuosas caderas de Jenny. Pido la palabra, esperando ser concluyente. Craso error, he encendido una polémica por azar. Cuando termina, la gente sale despavorida, temerosa de algún asunto pendiente. Necesito una cerveza.

3:00-5:00pm. La tarde experimenta un notable deterioro etílico. Mis compañeros de juerga exigen cada vez más laguer. En eso reaparece Asunta, una funcionaria de cultura española. Reclama concluir lo que habíamos empezado en un viaje a provincia. Tengo mucha hambre.

5:00-7:00pm. Asunta bebe como un leñador. El aliento azufrado de sus besos apenas me da respiro para ir por una hamburguesa. Llega más gente, músicos, todos borrachos. Isabela, una colega de Asunta, llora desconsoladamente porque le pegó los tarros a su gallego con un mulato.

7:00-9:00pm. No sé cómo me sostengo en pie. Atisbo a Asunta de soslayo. Aprovecho que se besa con Rita, una mulata ambidiestra. Cruzo la calle. Pizza, es todo lo que hay. Devoro la masa con el apetito de un náufrago. Alarmada, Asunta ha salido a mi captura: “En casa hay comida”.

9:00-11:00pm. Isabela ha pasado toda la velada en un sollozo. Asunta le dará albergue esta noche. Ya no sé quién soy, qué soy. Pobres huicholes. Caminamos a casa dando tropezones. Rita quiere incluirse, Asunta le dice que no es asunto suyo. No recuerdo cuándo perdí de vista a Rita.

11:00pm-1:00am. “¿Dónde está el condón?” Preguntó Asunta de un brinco. “No sé, creo que se quedó adentro” Respondí, casi inconsciente. Saltó de la cama para ducharse ahí y eliminar cualquier vestigio de imprudencia. La seguí a tientas. En el sofá, Isabela dormía abrazada de Rita.